Desahogo.

Hago mi proyecto de titulación con un amigo con el que, de primera vista, poco tenemos en común; sin embargo, en varios aspectos semos (así con e) parecidos en varios aspectos, razón por la cual de hablarnos nada, pasamos a trabajar juntos, cosa harto agradable.
La cosa es, para cuando el asesor nos pregunta en cuánto tiempo tendremos la siguiente etapa, diferimos mucho en perspectiva del tiempo. Contestó él muy seguro, que de seguramente el viernes a más tardar el lunes estaba listo, pues como dijó, hasta en tiempo de ocio sale. Yo pensé: carajo.

Resulta que mi compañero ha decidido postergar el servicio social, por lo que dispone prácticamente de toda la tarde y noche de estos días, mientras que yo esta semana empiezo ya esa cosa del servicio social, restándole cuatro horas de esas tardes, que serán de apoyo a proyectos que no son míos. Por lo que me pone en la no muy complicada, pero sí cansada situación, de hacer la misma cantidad de trabajo que él haga, en menos tiempo.


Joder.